El Kung-fu es una disciplina completa de lucha de origen chino basada en unos principios filosóficos de origen budista y taoísta.
Historia del Kung-fu:
El origen de este arte marcial llamada kung-fu instauró las bases de los distintos estilos budistas y taoístas, llevando a impartir largas sesiones de meditación a los monjes. Esta meditación continua y profunda debilitó a los monjes por lo que Bodhidharma desarrolló también unos ejercicios basado en 12 animales (dragón, tigre, cobra, leopardo, pantera, fénix, grulla, mantis, oso panda, caballo, águila y mono) que posteriormente se ampliaron a un total de 18 animales.
Se trabajan sobre todo los siguientes:
• La grúa (Hok) representa la prudencia, la sobriedad y la elegancia. Entrena la flexibilidad de los tendones. Su técnica requiere un gran equilibrio para poder desequilibrar al contrincante. Para representar a este animal, se realizan patadas, para bloquear estos ataques utilizan los antebrazos y las manos.
• El dragón (Lung) representa la sabiduría y entrena el espíritu. Realiza movimientos en zigzag, circulares, giros y movimientos largos y continuos. Su técnica se basa en el ataque a las zonas más débiles para desestabilizar al oponente.
• La serpiente (See) requiere movimientos flexibles, adaptabilidad y fuerza intrínseca (también llamada Ki). Su técnica se basa en la agilidad y la velocidad de los movimientos.
• El tigre (Fu) manifiesta una gran fortaleza, determinación, agresividad y firmeza, la táctica de la que fortalece los huesos. Entrena los músculos y los movimientos articulares. Sus movimientos son duros y cortos.
• El leopardo (Pao) entrena la fuerza muscular, ya que sus movimientos son cortos y, generalmente, bastante destructivos.
• El mono representa la habilidad en los movimientos y las estrategias de combate.
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